VII Seminario Luso-Español de Periodistas. ¿Subidos al tren?

Hotel Don Pedro Palace, Lisboa, 23 de noviembre de 2009.

PATROCINADO POR CAJA DUERO

Las relaciones entre España y Portugal en el marco de la Unión Europea y de la Comunidad Iberoamericana fueron debatidas durante el VII Seminario Luso Español de Periodistas celebrado el 23 de noviembre en Lisboa. Figuras relevantes de la política, la cultura y el mundo de la empresa de uno y otro lado de la frontera analizaron la incidencia de la crisis económica en las relaciones bilaterales, la posición de ambos países de cara al nuevo escenario económico y político europeo, así como los proyectos de infraestructuras comunes en curso como las líneas de alta velocidad o el Mercado Ibérico de la Electricidad.

PROGRAMA

– Inauguración

Audio:

MARÍA FERNANDA GABRIEL
Presidenta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios Europeos y Codirectora del Seminario

DIEGO CARCEDO
Presidente de la Asociación de Periodistas Europeos (AEJ) y Codirector del Seminario< - Primera sesión: Juntos, pero no revueltos

La crisis económica por la que atraviesa el mundo ha supuesto un auténtico varapalo para la inversión, puesto que nadie está dispuesto a asumir riesgos en estos momentos tan delicados. No son ajenas a ello las inversiones españolas en Portugal, ni las portuguesas en España, que pese a todo, parecen estar aguantando el tirón, ya que se siguen realizando, aunque eso sí, a un ritmo algo menor. Indudablemente, la crisis en España afecta indirectamente a Portugal: las ventas lusas en el mercado español se han desplomado sin piedad en lo que va de año. También algunos proyectos empresariales sufren las consecuencias de la crisis, incapaces de mantenerse al margen de la coyuntura.

España y Portugal celebraron en 2006 el vigésimo aniversario de su entrada en la Unión Europea. Durante largos años se han encontrado a la cabeza de los países receptores de fondos de cohesión, destinados fundamentalmente a modernizar las infraestructuras (o directamente a crearlas) y a reformar el sector agrícola. Las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea han desplazado a España y Portugal en favor de una larga serie de nuevos miembros del centro y del este verdaderamente necesitados de dinero. En el plano comercial es evidente que con Unión Europea o sin ella, los mayores caladeros económicos de la Península Ibérica se encuentran en el ámbito de los países europeos. También es evidente que no es igual competir en una UE de 12 países que en una de 27 por la que los productos circulan libremente, especialmente cuando muchos países oponen una durísima competencia productiva, ofertando productos mucho más baratos que los ibéricos. No escapa a ello el mercado laboral. España y Portugal han dejado de ser los tradicionales países de mano de obra barata que eran hasta hace unos años para convertirse en países caros en comparación con los nuevos socios, lo que ya ha tenido drásticas consecuencias en Portugal y España. La deslocalización es ya una terrible realidad que hay que afrontar seriamente para volver a colocar los productos ibéricos en un plano de competitividad.

Pese a la débil relación entre ambos países, la realidad es la que es: España y Portugal son países fronterizos, lo que conlleva una inevitable interdependencia económica que se acentuó con la entrada de ambos países en la Unión Europea. Desaparece la frontera física, y con ella, muchos prejuicios, y se evidencia que España necesita a Portugal y Portugal necesita a España, puesto que cada país suple las carencias del otro.

¿Cómo atraer al inversor? ¿Cambiará la crisis el modelo inversor? ¿Podrán España y Portugal mantener su espectacular ritmo de crecimiento en estas condiciones? ¿Cómo afectará todo ello a corto y a largo plazo? ¿Qué le deben España y Portugal a la UE? ¿Cómo evitar la deslocalización? ¿Debería intervenir la UE en estos asuntos? ¿Merece la pena reforzar las relaciones con Portugal en este terreno o mejor tirar la toalla definitivamente?

Audio:

DAVID VEGARA
Ex secretario de Estado de Economía

JOSÉ MARÍA RIDAO
Periodista y escritor

LÍDIA JORGE
Escritora portuguesa

ROBERTO ABARCA
Cámara Luso-Española (CCILE)

Moderadora:

MARÍA FERNANDA GABRIEL
Presidenta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios Europeos y Codirectora del Seminario

– Conferencia: ¿Subidos al tren?

Audio:

JOSÉ BLANCO
Ministro de Fomento España

– Segunda sesión: A toda velocidad

La construcción de líneas de alta velocidad entre España y Portugal se considera como uno de los mayores logros del acercamiento entre ambos países en su historia democrática. La alta velocidad supone para Madrid convertirse en una parada a medio camino entre París y Lisboa, mientras que para esta última supone por fin tener una conexión terrestre competitiva con el resto del continente. Justo cuando los proyectos de unir Madrid y Lisboa por Extremadura, y Lisboa con Vigo a través de Oporto, la crisis económica desata el recelo de la clase política portuguesa hacia el proyecto, y el rechazo social en el país vecino al mismo, por el fuerte esfuerzo inversor que requieren las obras. Durante el mes de junio de 2009, el gobierno portugués, que consideró este proyecto como prioritario en relación a la proyección exterior del país, decidió unilateralmente posponer la adjudicación de las obras hasta la próxima legislatura, convirtiendo las elecciones del mes de septiembre en un plebiscito sobre este tema, y creando una enorme preocupación por el futuro del proyecto al otro lado de la frontera. Más recientemente, en plena campaña electoral para las pasadas elecciones legislativas, la Alta Velocidad se ha convirtió en uno de los principales puntos de discordia entre los dos partidos con opciones de ganarlas, para horror del ejecutivo español. La líder de la oposición, Ferreira Leite, adquirió el compromiso de suspender el proyecto en caso de ganar. Para la candidata del PSD, quien ha insistido en varias ocasiones en la idea de que Portugal no es una provincia de España, los 9.000 millones de euros que cuesta el proyecto no son más que una forma de despilfarrar fondos públicos en un momento de crisis económica. También considera que el interés de España en esta línea no es otro que seguir recibiendo fondos europeos.

Pero mientras que el tren de alta velocidad no acaba de llegar, el mercado ibérico de la electricidad es una realidad desde hace unos años y se anticipa a la futura integración europea en este ámbito, que también está ya en marcha. El MIBEL es la demostración de que la cooperación de ambos países en materia de infraestructuras es posible siempre que exista voluntad en ambas partes. El sistema, que sirve a 30 millones de personas, pretende armonizar la gestión conjunta de la interconexión eléctrica de España y Portugal y aspira a integrar lo más posible ambos mercados a través de un sistema de supervisión y regulación conjunta.

El florecimiento de las energías limpias en Portugal y el proyecto de central solar en el Alentejo destinada a la exportación de energía hacen que el MIBEL consolide su importancia, dada la necesidad de Portugal de una buena interconexión con España, y de ésta con la vecina Francia, como puerta de salida de la energía hacia el resto de Europa.

Un primer paso para acercar posturas es la vertebración geográfica, de forma que se facilite la convivencia y la interrelación de las poblaciones de ambos países. Las actividades transfronterizas son muchas y pocas veces atraen la atención de los medios, precisamente por ese tradicional distanciamiento entre España y Portugal que lo eclipsa todo. Recientemente, España y Portugal han presentado una candidatura conjunta para ser sede del mundial de fútbol de 2018.

¿Por qué la LAV suscita tantas dudas en Portugal? ¿Qué beneficios obtienen de él Portugal y España? ¿Qué impacto tendrá en las relaciones bilaterales? ¿Y en la vida económica? ¿Cuáles son los puntos negativos del proyecto? ¿Debería el MIBEL presentarse como ejemplo ante la UE? ¿Cuáles han sido las claves del éxito? ¿Por qué ha resultado tan fácil diseñar este proyecto y sin embargo es un caso aislado? ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la promoción del olvidado eje fronterizo en ambos lados?