«Vallés es un profesional con la curiosidad por la vida y el valor de la información, que nos introduce en las noticias de una forma serena y reflexiva, sin estridencias, y se ha convertido por ello en uno de los comunicadores más relevantes de nuestro país»

Palabras de Abel Caballero, Presidente de la FEMP y Alcalde de Vigo, en la entrega del XXXVII Premio "Francisco Cerecedo"

SSMM los Reyes en un momento de la ceremonia

SSMM Los Reyes; presidente y secretario general de la Asociación de Periodistas Europeos, Diego Carcedo y Miguel Ángel Aguilar; presidente del Patronato del Prado, Javier Solana; director del Museo, Miguel Falomir; Vicente Vallés, premiado; queridas amigas y amigos.

Participar en un acto público en el que el gran protagonista es el periodismo, el Periodismo con mayúsculas, es siempre un honor. Y lo es también por la presidencia de SSMM, por el gran prestigio del que goza esta distinción y por portar el nombre de Francisco Cerecedo, “Cuco Cerecedo”, como era conocido el gran periodista vigués.

Cuco nos dejó muy joven, con tan sólo 37 años, pero su legado pervive incluso más allá del periodismo. En su breve carrera, narró una de las épocas más relevantes y apasionantes de la historia reciente de nuestro país, la Transición, y lo hizo con estilo personal y compromiso social, empleando el ingenio, el humor, la ironía in the british way e mais coa retranca galega.

Su talento fue sólo comparable a su carisma. Su carácter vivo, libre y valiente llenó una corta vida de infinitas anécdotas que evocáis con simpatía aquellos que lo conocisteis. Su figura supera hasta sus méritos periodísticos, por eso éste es su premio y por eso, humildemente, la sala de prensa del Ayuntamiento de Vigo luce con orgullo el nombre del querido y recordado Francisco “Cuco” Cerecedo.

El periodismo independiente, riguroso, plural y comprometido es imprescindible. Más aún en este terrible trance provocado por la COVID-19 que estamos viviendo. Porque la incertidumbre del presente y del futuro tiene que ser respondida desde la serenidad y la acción. Y el periodismo que sirve a la verdad, a los ciudadanos, es sin duda el mejor antídoto contra la desinformación, la manipulación y las visiones negacionistas interesadas. Un servicio público de primerísima necesidad que nos aporta pluralidad, visión crítica y perspectiva para que seamos los lectores, oyentes y espectadores quienes formemos nuestra propia composición, nuestro criterio.

Majestades, todos somos conscientes de que la responsabilidad de los medios de comunicación, editores y periodistas, es hoy mayor que nunca. Sin duda, se enfrentan al mayor de los desafíos desde la Segunda Guerra Mundial. Porque los medios pueden ser verdaderas palancas de cambio y progreso cuando cada día ponen al alcance del público datos ciertos, análisis inteligentes y enfoques veraces y honrados.

Desde la Asociación de Periodistas Europeos y desde el jurado que presido honoríficamente, quiero trasladar nuestro reconocimiento a Vicente Vallés. Con una larga experiencia en televisión, radios y medios escritos, Vallés es un profesional con la curiosidad por la vida y el valor de la información, que nos introduce en las noticias de una forma serena y reflexiva, sin estridencias, y se ha convertido por ello en uno de los comunicadores más relevantes de nuestro país.

El periodismo, sostenido sobre la honradez, la veracidad y pluralidad, siempre será un bien esencial, una guía para comprender el mundo. Ya lo escribió el maestro Mainar en 1906: “El periodismo siempre existirá mientras haya adelantos que propagar, injusticias que denunciar, débiles a quienes amparar, fuertes a quienes contener, entuertos que enderezar, aspiraciones que defender, teorías que discutir, verdades que investigar, leyes que combatir y hombres que mejorar”.

Llevamos años visualizando el cambio del periodismo: Internet, las redes sociales, la crisis del papel, las fake news, la inteligencia artificial…

Y ahora, más que nunca, las instituciones tienen que demostrar su compromiso inexcusable con la libertad de expresión. El periodismo sigue siendo una expresión de la democracia, un contrapoder indispensable. El reflejo de una sociedad, con sus certezas e incertidumbres, que jamás será libre si no se ejerce periodismo libre.

El futuro será más brillante que el pasado, pese a las dificultades y contratiempos del momento. Seguiréis escribiendo, analizando, contrastando, preguntando e interpretando la realidad para permitir que los ciudadanos dispongamos de la mejor información y para que los responsables públicos ejerzan mejor su función. Y esa es una gran tarea.

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