Un tiro que dispara a Trump hacia la Casa Blanca, por Pedro González

La fracción de segundo en que el proyectil disparado apenas rozara la oreja de Trump ha supuesto de entrada el mejor impulso que pudiera imaginar el candidato del Partido Republicano. De haber acertado el tirador, tendríamos que estar analizando los múltiples escenarios que se hubieran abierto al desaparecer de la escena el más controvertido de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos de la historia. Pero, al haber sobrevivido al atentado, y especialmente haberse comportado como un héroe tras haber recibido el disparo, convertirá sin duda esas imágenes en la mejor y más duradera campaña de propaganda que pudiera imaginar.  

Cuando todos en Estados Unidos y la inmensa mayor parte de los dirigentes del mundo se preguntaban si Joe Biden terminaría arrojando la toalla para dar paso a un candidato del Partido Demócrata que, cuando menos  no inspirara lástima por sus cada vez más frecuentes deslices mentales y traspiés físicos, va Trump y sufre un atentado, realizado según el New York Post por Thomas Matthew Crooks, miembro de Antifa, la organización de extrema izquierda que el propio Trump intentó durante su gestión que fuera designada como organización terrorista. Resurgido precisamente con gran fuerza en 2017, es el reverso más violento de la extrema derecha. Sus miembros se definen a sí mismos como marxistas, leninistas y anarquistas, convocando siempre sus actuaciones, que habitualmente desembocan en disturbios y extrema violencia, por medio de las redes sociales.  

Los institutos de opinión pronto nos darán la fotografía de en cuantos puntos se ha disparado la ventaja de la que ya disponía Trump en su carrera electoral frente a Joe Biden. Pero, ahora cabe pensar en que, incluso sustituyendo al actual presidente por otro candidato, el plus obtenido por Trump sobreviviendo al atentado, y mostrando una actitud valiente y agresiva apenas segundos después de reincorporarse, será muy difícil de contrarrestar por el rival que le pongan enfrente. Y si antes se especulaba con algunos nombres, entre los que sobresalía el de la vicepresidente Kamala Harris, para enfrentarse a Trump, los demócratas habrán de pensarse muy bien el perfil del candidato, de forma que pueda añadir algún rasgo heroico similar al que ahora encumbra a Donald Trump.  

Por si fuera poco, el atentado se ha producido en Pensilvania, uno de los estados que se consideran decisivos para inclinar la balanza final en la elección del próximo 5 de noviembre. Y el tema de la posesión de armas en manos de los ciudadanos ha sido también muy controvertido. El propio presidente Biden había firmado el año pasado una regularización para que las armas más comunes -pistolas y rifles- no terminen en manos de personas aquejadas de problemas mentales, con antecedentes de abusos en el ámbito doméstico o penales en general. Trump, firme partidario de la Asociación Nacional del Rifle, ha sufrido un ataque con una de las armas cuya libre posesión defiende. La paradoja haya sido la causa de que ahora tenga mucho más despejado su camino de vuelta a la Casa Blanca.  

Artículo publicado originalmente en Atalayar por Pedro González

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