Señor presidente de la República de Turquía, deje de culpar a la perfidia extranjera y atienda al propio Tribunal Supremo, máxima autoridad judicial de su país, que declara inconstitucional el cierre de medios de comunicación y abroga los trucos de leguleyos invocados por el Gobierno para clausurarlos. El pluralismo, la tolerancia y la apertura deben prevalecer en una sociedad democrática. En 2020 hubo 361 demandas contra periodistas y 86 quedaron detenidos y sepamos que o combatimos los abusos en Turquía o los padeceremos aquí. ¿Entendido?