Donald Trump iba a ganar por goleada la carrera a la Casa Blanca. Los últimos sondeos que aún le veían compitiendo contra Joe Biden le daban una ventaja sideral, 75%-25%. Imposible, pues, para el Partido Demócrata no reaccionar y apretar a fondo la presión sobre el testarudo presidente de Estados Unidos, convencido a pesar de sus reiterados traspiés dialécticos en comparecencias públicas de que era el único que podía ganarle al indiscutido candidato del Partido Republicano.