Hoy quizá con exceso de euforia, España se cita con Alemania, con la historia reciente a favor y el hándicap de no haber ganado nunca a un anfitrión de una competición de este tipo. Todo es posible, sin embargo, y aunque lo importante son «los primeros noventa minutos» como, en una peculiar síntesis monetario-futbolística, recuerda Lagarde que decía Robson, lo decisivo es metérsela -la pelota, claro- y cuantas más veces, mejor.