Mantener el esfuerzo bélico, pero sobre todo sostener una sociedad firmemente cohesionada que lo respalde, no es fácil cuando una guerra se alarga en el tiempo, y tanto militares como civiles aumentan el número y la intensidad de las preguntas que se hacen a sí mismos, y que los dirigentes penan cada vez más para darles respuestas satisfactorias.
Más de cien líderes judíos europeos y representantes de la comunidad judía convergen en Ámsterdam el lunes y martes de esta semana para celebrar lo que ellos mismos denominan una “cumbre de emergencia”, organizada por la Asociación Judía Europea (EJA) con sede en Bruselas, al objeto de abordar “el creciente antisemitismo y el odio viral hacia los judíos en el Viejo Continente, y más allá de la masacre perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre en Israel”.