El XV Foro Eurolatinoamericano de Comunicación se celebró en Lisboa del 24 al 26 de noviembre en el Hotel Dom Pedro Palace de Lisboa, convocado por la Asociación de Periodistas Europeos, la Corporación Andina de Fomento y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.
Tras la sesión de inauguración se presentó la primera mesa, titulada “Caudillismo o democracia representativa I: reflexiones para un bicentenario”, dedicada a analizar el estado actual y la evolución futura de las democracias en América Latina, moderada por Miguel Ángel Aguilar. En primer lugar intervino el ex presidente español Felipe González con una reflexión sobre el estado de ánimo como forma de aproximación a la calidad democrática en el continente, amenazada por el caudillismo. Tras advertir de la conveniencia de no olvidar la propia historia para no repetir los errores del pasado, el ex presidente criticó la pérdida de tiempo y esfuerzos que suponen los gobernantes que llegan al poder con ansias de reinventar sus países prescindiendo de todo lo anterior, en contraposición con gestiones exitosas de continuidad como las de Henrique Cardoso y Lula da Silva en Brasil. Sin embargo, en su opinión el resto de países del continente miran más al pasado que al futuro, que se afronta más con discursos que con hechos, y afirmó que se debe mirar el retrovisor pero sin ser prisionero de la historia ni olvidar el porvenir. En cuanto a las relaciones de España con América Latina, González mantuvo que la situación anterior estaba marcada por una retórica sin intereses y la de ahora, por unos intereses sin retórica, y abogó por la búsqueda del equilibrio entre actitudes tan antagónicas. Además, se mostró preocupado por el armamentismo creciente en la región, y añadió que “los caudillistas de ahora se diferencian de los del siglo XIX en que los actuales van con una manguera de gasolina bajo el brazo”.
A continuación el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, anticipó las tendencias globales que tendrán más influencia en el continente. A su juicio, es fundamental ahondar en la idea de que América Latina tiene un capital humano de primer orden que tiene que aprovechar. En un mundo cada día más competitivo, la formación debe ser una prioridad; sin ella, es imposible situar a América Latina en el lugar que le corresponde en el mundo. En segundo lugar, Iglesias habló de la importancia de las políticas públicas y del valioso papel del Estado como regulador, y señaló la necesidad de reformar sus instituciones para adaptarlas al dinamismo de un mercado cambiante, cuya existencia es plenamente necesaria. Como tercer tema situó el medio ambiente, que en su opinión debe estar ya en cualquier agenda política, especialmente en América Latina, la región del mundo con la mejor dotación natural. Enrique Iglesias advirtió también que la contaminación es un elemento que ha entrado en el juego comercial, con las importantes repercusiones que ello tendrá en el futuro. Además, puso sobre la mesa el elemento social, destacando que América Latina es un continente de clase media que exigirá crecimiento de calidad y que no será conformista. Por último, habló de los efectos de la globalización en la región.
Finalmente, el escritor mexicano Jorge Volpi analizó en su intervención las causas del caudillismo en la región, siendo la primera de ellas la ausencia de controles institucionales; la crítica a las instituciones lleva a los nuevos caudillos a prescindir de ellas. La poca voluntad por acabar con la influencia de oligarquías, partidocracia, falta de justicia, la corrupción y la inseguridad hacen que las democracias latinoamericanas sean imaginarias. En toda América Latina existen formalmente democracias, recordó, salvo Cuba y el reciente caso de Honduras. Aunque la democracia acabó llegando al continente, al final decepcionó, y se quedó en puro formalismo sin contenido de fondo. Para Volpi, las consecuencias son que existe hoy una enorme falta de apego de los ciudadanos por la política y un desencanto generalizado. Los caudillismos pretenden reconstruir los países sobre anacrónicas bases del pasado y deciden reinventarlo a su conveniencia. En su opinión, los caudillos hacen uso del referéndum para falsear la democracia e ignorar las instituciones, que es la forma democrática de sabotear la democracia. El escritor mexicano acabó su intervención señalando que Venezuela es el laboratorio de todo lo que se ha hecho mal, puesto que antes de Chávez, también había una democracia que no funcionó.
Los debates se reanudaron en la segunda mesa, titulada “La sombra de la crisis en el año electoral” y moderada por el periodista español Carlos Humanes. En primer lugar intervino Clovis Rossi, columnista de “Folha de Sao Paulo”, con un análisis de la trayectoria de del presidente brasileño Lula, convertido en fenómeno político, cuyo éxito se concentra en haber ganado dos elecciones consecutivas, previamente a las cuales había perdido otras cuatro. En relación con la cita electoral del próximo año en su país, Rossi recordó que ningún brasileño con menos de 70 años ha conocido unas elecciones democráticas a las que no concurriera Lula. En este sentido, considera que el carisma personal tiene una importancia decisiva a la hora de acudir a las urnas, y el elemento más valorado por los electores es la honestidad. En su opinión, Lula se ha convertido en cierta manera en otro caudillo más, y aunque Brasil ha pasado de la anomalía a la normalidad, opinó que el futuro está aún por llegar.
A continuación tomó la palabra Juan Pablo Corlazzoli coordinador de Gobernabilidad Democrática en la Dirección del PNUD para América Latina y el Caribe, quien abogó por una democracia de ciudadanía, en la que la sociedad tenga oportunidades verdaderas de intervenir. Destacó un dato: entre 1990 y 2007, cada día algún presidente asumía funciones legislativas, y como ejemplo del sentir generalizado en buena parte de América Latina, señaló que el 60% de la población de El Salvador aceptaría un gobierno autoritario si con ello se redujese la corrupción. Pocos países escapan a esta sensación, exceptuando a Chile y Uruguay fundamentalmente. Para Corlazzoli, lo más importante de un Estado es que sea eficaz, para lo cual es básico que las relaciones Estado-mercado sean fluidas.
Seguidamente Juan Gabriel Tokatlián, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella de Argentina, abordó los riesgos del crimen organizado y el narcotráfico en la región, y alertó del surgimiento de una nueva clase social criminal en el continente, de carácter reaccionario. Destacó también su preocupación por el aumento del gasto militar en América Latina y por la ocupación de espacio policial por parte de las fuerzas armadas. Tokatlián se mostró convencido de que Brasil emergerá como potencia regional, lo que resultará beneficioso para América Latina, y dijo que la mejor política antiterrorista es la igualdad.
La segunda jornada del Foro inició con la mesa de debate titulada “Las dos iberoaméricas”, en la que intervino en primer lugar el ex presidente y primer ministro de Portugal Mario Soares. En su opinión, la existencia de dos idiomas, castellano y portugués, no es suficiente por sí misma para hablar de dos Iberoaméricas. Pese a ello, las independencias de una y otra, si es que existen, han sido diferentes, puesto que en la de Brasil apenas hubo sangre. Decía Cardoso: “nuestro error fue lograr esa independncia, sino tendríamos un pie metido en Europa”. Señaló Soares que desde la Revolución de los Claveles, la relación entre Portugal y España es de gran amistad, lo que debería propiciar la convergencia de políticas tanto en Europa como en Latinoamérica. Agregó que una de las soluciones para la situación de extrema dificultad por la que atraviesa Europa sería crear una gran relación de entendimiento con Latinoamérica como continente de futuro, y no sólo con Brasil, como pasa actualmente. El punto de partida, dijo, es bueno, ya que Lula sabe atribuir a Europa la importancia que merece.
A continuación tomó la palabra Lourival Sant’Anna, reportero especial de la agencia O Estado de São Paulo, para quien el valor cultural va copando espacio en la región. Si a mediados de los años 80 en América Latina no había más que rivalidad militar, hoy son los procesos de democratización los que van ocupando terreno, con los dos grandes flecos pendientes en Honduras y Haití. Asimismo, el acercamiento comercial y particularmente MERCOSUR son importantes herramientas para la integración regional. En cuanto a la situación de Brasil, Sant’Anna afirmó que aunque Lula tiene posiciones de izquierda, ha seguido la política económica de su predecesor en el cargo, Henrique Cardoso. Brasil debe acercarse a la UE, pero no solo sino de la mano de MERCOSUR.
Por último el embajador de España en Lisboa, Alberto Navarro, analizó en su intervención las relaciones luso-españolas y planteó diferentes propuestas para un mayor reforzamiento. Destacó además la influencia de estas relaciones en Latinoamérica, y señaló dos puntos de máximo interés en este campo: el necesario acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea como medio de acercamiento entre América Latina y Europa, y el relevante papel que “los ibéricos” ocupan en la actualidad en las instituciones europeas. El debate fue moderado por el periodista de RTVE Enrique Peris.
“Valor añadido de la identidad de lenguas y culturas” fue el título de la siguiente sesión que contó con la participación de los escritores Francisco Suniaga (Venezuela), José María Ridao (España), Gonçalo Tavares (Portugal) y Santiago Roncagliolo (Perú), y la moderación de la periodista española Cristina García Ramos.
Para Francisco Suniaga el castellano es un patrimonio de enorme valía compartido por una gran cantidad de personas, y habló de las posibilidades que se ofrecen para dicha lengua a través de nuestros actos. Según Suniaga, en nuestras manos está engrandecer el castellano. Como lengua, su futuro depende en exclusiva de sus hablantes, y ahí radica su futuro. Escribir en castellano, dijo, es escribir para 500 millones de personas, oportunidad que ni mucho menos ofrecen otras lenguas. Sólo el castellano y otras pocas tienen semejante potencial. Es necesario potenciar todo ese caudal que apenas está explotado, y que pocas regiones del mundo, además de la Iberoamericana, pueden utilizar.
José María Ridao destacó la creciente presencia de las sesiones sobre cultura en los foros de análisis político, y alertó del riesgo de convertirse en “cultura orgánica” si se solapa con la política. Para Ridao la lengua debe generar identidad, en contra de la actual corriente según la cual los países parecen querer apropiarse de la lengua. Se trata de una pieza más del puzzle de la integración. Expresó su extrañeza por la fiebre de celebraciones y conmemoraciones que existe últimamente, y agregó que el papel de los poderes públicos es el de garantizar la libertad de expresión y no el de dirigir la opinión.
Gonçalo Tavares destacó la fortaleza de las relaciones de Portugal con Brasil y Angola, si bien apuntó un déficit en el mundo editorial portugués, que no publica simultáneamente para el resto del ámbito luso-parlante. Consideró que la conexión con el territorio no es tan importante en la configuración de la identidad como puedan serlo la lengua o la religión compartidas, y como ejemplo puso el de Israel y el judaísmo: religión milenaria frente a un Estado que no tiene aún un siglo.
Santiago Roncagliolo recordó que todos los líderes americanos llevan apellidos españoles, y por eso tienden a fijarse en los valores franceses. En el marco de las independencias subrayó la particularidad de Perú respecto al resto de países latinoamericanos: Perú era la capital del virreinato, y por tanto, no tenía ninguna pretensión de independencia porque disfrutaba ya de una situación bastante cómoda. Añadió que en Perú los primeros autores son fundamentalmente sacerdotes evangelizadores, y no sólo nativos, aunque también se debe incluir a alguno de ellos. Por tanto, el papel de los extranjeros evangelizadores es trascendental. Por otra parte, Roncagliolo indicó que autores como García Márquez tienen mucho interés en Portugal, pese a que pueda no parecerlo.
La tercera y última jornada arrancó con la mesa “La nueva comunicación y su papel como garante de la democracia”, moderada por Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en la que Diego Fonseca, periodista y consultor argentino, habló de la necesidad de generar mayor valor agregado en menos tiempo en el mundo de la información, recordó la urgencia para adaptarse a las nuevas tecnologías y abogó por establecer filtros en las redes sociales. Para Fonseca la tendencia en el campo de la información es ir suprimiendo los intermediarios, y dado que hoy los consumidores son muy activos, a los nuevos medios no les da tiempo a cristalizar. También señaló la importancia de la Wikipedia como herramienta de expansión del conocimiento, no sólo proyectado hacia el pasado, sino también hacia el presente, por su inmediatez. Apuntó también un importante fenómeno que se está produciendo en este campo, y es que el periodista ha perdido el monopolio de la transmisión de noticias en favor de cualquier persona equipada con un teléfono móvil o una cámara de fotos.
Enric González, premio de periodismo “Francisco Cerecedo” y columnista de “El País” explicó que el low cost también ha llegado a la prensa. Los costes son un elemento esencial, y el hecho de que desaparezca el diario tradicional, con su proverbial soberbia y mensaje unidireccional puede ser hasta beneficioso. Para González, los diarios “totémicos” hoy están al servicio de intereses comerciales, y opinó que la irrupción de las nuevas tecnologías en el campo de la información favorece la fragmentación aunque también tiene sus ventajas, porque quien no estaba reconocido antes, ahora sí puede entrar en el juego.
En su intervención, el director de la radio France Culture Bruno Patiño, sostuvo que Internet no es un medio de comunicación sino un espacio social, y el reto está en saber manejarlo. Cabe preguntarse cuál será el rol del periodista, que desarrolla un papel fundamental en democracia, y si su figura seguirá siendo necesaria.. A su juicio, el futuro del periodismo es incierto.
Miguel Silva, consultor colombiano experto en comunicaciones estratégicas y asesor de campañas electorales, afirmó que la inversión en los nuevos medios sigue siendo demasiado escasa, y señala tres elementos nucleares: el modelo económico, la dependencia del Estado y la caída de los suscriptores. Silva reclamó la subvención pública de los medios periodísticos en tiempos de crisis.
Por su parte, el ecuatoriano Mauro Cervino, investigador en FLACSO, dudó de que el periodismo en América Latina alguna vez “haya garantizado algo”. Uno de los mayores problemas es que la prensa ha mediatizado la política, contribuyendo a empobrecerla. En su opinión, es preciso un control más riguroso por parte del Estado y establecer leyes antimonopolio que acaben con las concentraciones de medios no deseadas.
La última mesa del XV Foro contó con la presencia de tres ex presidentes: el peruano Alejandro Toledo y los bolivianos Carlos Mesa y Jaime Paz Zamora. Alejandro Toledo dijo no estar dispuesto a estancarse en su pasado. Según sus datos, la crisis dejará 5 millones de pobres adicionales en América Latina, pero puede ser una excelente ocasión para dar el salto, dado el potencial que tiene el continente en materias primas, y así reinvertir pensando en la gente. De esta manera se conseguiría tener una sociedad más libre, y el terreno sería menos fértil para el populismo autoritario en la región, que se nutre de regalar migajas a los pobres insultando su dignidad. Toledo afirmó que los populistas no son la causa del problema, sino más bien la consecuencia del mismo; y responsables son el conjunto de líderes latinoamericanos, incluyéndole a él. Para el ex presidente peruano el populismo autoritario no es necesariamente de izquierdas, aunque éste deliberadamente busque tal imagen. Señaló el gran papel que juega la prensa en las democracias, y dijo que no sólo la llegada al poder debe ser democrática, sino también la forma de gobernar.
A continuación Carlos Mesa resaltó que la historia de América Latina no comenzó en 1809 con las primeras independencias sino que el continente tiene una historia milenaria. Dividió la misma en tres períodos diferenciados: el prehispánico, el colonial y el republicano. Para Mesa existen dos vertientes de pensamiento: la indígena-andino -prehispánica por una parte, y por otra, la occidental. Ambas corrientes han dejado un sello fundamental en la sociedad americana de hoy. El ex mandatario condenó algunas leyes de comunicación que han proliferado en algunos países de la región y expresó su gran interés por los procesos electorales que aguardan hasta el año 2011.
Para finalizar la jornada, Jaime Paz Zamora puso nombres y apellidos a los “caudillos”, a saber: Hugo Chávez, Evo Morales y un poco de Alvaro Uribe, los Kirschner y Rafael Correa. Destacó la importancia de los recursos naturales y propuso un proceso serio de integración fundamentado en políticas comunes de infraestructuras y recursos, sugiriendo un papel central para Brasil como pivote de un nuevo proceso integrador mayúsculo. Paz Zamora recordó que tanto América Latina como la Unión Europea son hoy mejores que hace unos años. Sin embargo, parafraseando a Fernando Pessoa opinó que ambas están “desasosegadas”.