Estambul.- 67 periodistas turcos se encuentran ahora mismo en prisión preventiva sin que se les haya comunicado, en buena parte de los casos, los cargos que existen contra ellos. Esta la situación en la que viven en Turquía los profesionales de la información que son encarcelados acusados de pertenecer a organización terrorista por entrevistar a miembros del PKK kurdo en Irak, considerado terrorista por la comunidad internacional, o por criticar algunas iniciativas judiciales porque se considera una intención de influir en los jueces.
En Estambul se ha organizado, en el Dia Mundial por la Libertad de Prensa, una Conferencia de apoyo a la Plataforma para Libertad de los Periodistas con la asistencia de representantes de organizaciones y asociaciones de periodistas europeos e internacionales que han mostrado su apoyo y solidaridad con los compañeros turcos encarcelados, en proceso judicial y con los que habitualmente tienen serios problemas para desempeñar su labor con profesionalidad, rigor, veracidad y con un espíritu crítico constructivo consustancial con el papel de los medios de comunicación.
La Asociación de Periodistas Europeos ha destacado que la intención de Turquía de pertenecer a la Unión Europea exige “la aplicación de los derechos de libertad de información y de expresión para el ejercicio responsable y profesional del periodismo, pilar básico de una democracia sustentada en el estado de derecho y el respeto a las libertades fundamentales”. Y ha recordado que “la Alianza de Civilizaciones, que el gobierno del primer ministro turco Tayip Erdogan desarrolla con el gobierno español, significa también respetar la libertad de prensa”.
Otras organizaciones como la Federación Europea de Periodistas, la Asociación Mundial de Consejo de Prensa, la Asociación Mundial de Periódicos y Editores, el Instituto Internacional de Prensa, Reporteros sin fronteras, la Organización de Medio del Sureste de Europa y la OSCE, Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, han insistido en la petición a la judicatura turca y al gobierno de la necesidad de la puesta en libertad de los periodistas encarcelados y una solución de unos procesos que no tienen cargos de relevancia.
Uno de los periodistas organizadores de la Conferencia explicaba que “el problema es que los fiscales son muy rápidos en presentar cargos, interpretando de manera demasiado amplia lo que pueden ser “ataques contra la seguridad del Estado”, “intento de influir a los jueces” (cualquier comentario sobre un juicio en marcha puede ser considerado este delito), “propaganda separatista” o “apología del terrorismo”, “ofensas a la identidad turca” (el polémico artículo 301 que afortunadamente ha sido modificado y por el que fueron juzgados intelectuales como Orhan Pamuk, Elif Safak y el asesinado Hrant Dink por hablar de las matanzas de armenios), “ofensas a la memoria de Atatürk”, “ofensa a la dignidad personal” (por ejemplo, Erdogan ha abierto decenas de juicios contra caricaturistas que lo retrataban y ha ganado en algunos casos) “incitación al odio religioso”… Otro de los cargos es “miembro de organización terrorista”, obviamente una acusación muy grave pero que se utiliza con demasiada facilidad”.
Los jueces turcos, argumenta este periodista turco, son muy proclives a imponer prisión provisional en espera del juicio “con el consiguiente atasco en los tribunales que no dan abasto. Así que tenemos el problema –según denuncia Human Rights Watch (HRW)- de que entre el 40 y el 50 por ciento de la población carcelaria de Turquía está en espera de juicio”.
Actualmente, hay 67 periodistas encarcelados en Turquía (sólo 7 han sido condenados y además están en espera de las apelaciones al Tribunal Supremo; y los 60 restantes están en prisión provisional). Esto convierte a Turquía en el país con más periodistas encarcelados del mundo. Además, se calcula que hay unos 2.000 juicios abiertos a periodistas y medios de comunicación y unas 4.000 investigaciones en manos de la Fiscalía y la Policía. Hay periodistas encarcelados en espera de juicio desde hace 2, 3 e incluso 4 años.
La Plataforma para la Libertad de los Periodistas en Turquía va a seguir realizando movilizaciones con el objetivo de que el poder ejecutivo y el legislativo modifiquen la Constitución, como ha reclamado también la Unión Europea, y evitar la persecución y el acoso a los periodistas por realizar estrictamente su trabajo.