Publicado en Euroefe el 7 de Abril de 2011
El 11 de abril se reúne en Oporto un panel de expertos de España y Portugal para debatir sobre el valor añadido que representa la adhesión de ambos países a la Unión Europea, de la que se han cumplido 25 años el pasado 1 de enero.
Las tres líneas de análisis previstas incluyen el examen de los dos países como socios leales de la UE, la dimensión latinoamericana que le otorgan a Europa, y las consecuencias de la europeización de sus respectivas políticas exteriores.
Se trata de establecer si ha sido apreciado en el seno de la UE el valor añadido aportado por España y Portugal, que se incorporaron con una actitud europeísta, tan distinta del euro-escepticismo que enseguida campeó entre los países centroeuropeos, sumados mucho después y cuya lealtad atlántica quedó antepuesta a la debida a sus socios de la Unión.
También se considerará la dimensión de las dos lenguas, que con más de 400 y 240 millones de hablantes en el mundo, están muy por encima de los restantes idiomas de la UE, con la diferencia añadida de que ningún mexicano o argentino duda en decir que su lengua es el español, como ningún brasileño titubea en indicar que la suya es el portugués, mientras que en los países de la colonización francesa, alemana, holandesa, belga o británica, sólo la delgada capa que constituye la elite habla la lengua de las antiguas metrópolis pero la población real se expresa en árabe, antillano, swahili, camerunés, pakistaní o lo que corresponda.
España y Portugal le han dado a la UE una dimensión latinoamericana, convencidas de que, desde Bruselas, sus políticas alcanzarían mayor visibilidad y potencia, pero ahora llega el momento de examinar una nueva disyuntiva: si conviene “más Europa” en el mundo o “más España y Portugal”, a través de Europa, en el mundo.
En Oporto veremos. Y volveré a este blog para contarlo.