Esta noche, después de las seis ediciones en las que he podido acompañaros, me alegra estar de nuevo con vosotros, que ejercéis una de las profesiones más exigentes del mundo para la cual se requiere valor, tenacidad, modestia y honradez. La misión que os corresponde supone un esfuerzo continuado en favor de la independencia y de la propia competencia en el oficio y la asunción de las importantes responsabilidades intelectuales y morales que os conciernen. En efecto, el periodismo es hoy uno de los agentes principales del proceso de identificación y transformación de la sociedad.
Desde vuestras respectivas convicciones y con vuestro personal ingenio y estilo planteáis, al hilo del diario discurrir, las cuestiones que más directamente nos afectan, y suscitáis un diálogo del que se nutre y que construye la opinión pública, elemento fundamental de una democracia auténtica. La grandeza de vuestra profesión es precisamente la de luchar sin desmayo por una sociedad libre, activa y vigilante ante las tentaciones del conformismo y la intolerancia.
Como periodistas europeos os corresponde especialmente avivar la reflexión y el debate sobre estos principios a nivel continental, enriqueciendo el proyecto de construcción de Europa con un serio compromiso con los valores humanos y los de la cultura que compartimos. De esta manera estaréis contribuyendo a que el modelo expansivo de Europa sea un generoso referente de las libertades.
(extracto)
