Altezas, queridos amigos. Gracias por acompañarnos en este acto de entrega del Premio Francisco Cerecedo de Periodismo que desde hace ya más de dos décadas otorga nuestra Asociación de Periodistas Europeos. La presencia de VV. AA, es un estímulo renovado que nos reafirma en la idea inicial de reconocer desde un marco profesional el buen trabajo de los colegas que se distinguen por su buen hacer periodístico, por el ejemplo que imparten y muy particularmente ante las nuevas generaciones de periodistas.
El periodismo es una actividad que requiere un proceso constante de superación tanto en la calidad técnica de sus trabajos, desde la redacción hasta el diseño pasando por la fotografía, como en el difícil acierto en la valoración de las noticias y sobre todo el sentido social al que siempre debe atnerse. El Premio Francisco Cerecedo ha acumulado una nómina de profesionales realmente excepcional. En ella figuran muchos de los mejores comunicadores de nuestro país e incluso algunos colegas extranjeros de admirable proyección internacional. Nunca nos cansaremos de rendirles nuestro tributo de admiración y respeto.
La lista se enriquece hoy con un nuevo nombre cuya altura profesional hace tiempo que es motivo de reconocimiento entre sus lectores y compañeros: Soledad Gallego Díaz. Soledad tiene detrás una larga carrera, unas veces en busca de la noticia como redactora de agencia; otras desde el trabajo solitario de la corresponsalía en el extranjero, o desde la responsabilidad de un despacho de dirección donde hay que tomar decisiones difíciles y arriesgadas con rapidez. Una acumulación de experiencias y aciertos que le ha llevado a su condición actual de analista prestigiosa de la actualidad política y social.
Si siempre, en sus sucesivas labores profesionales, Soledad ha destacado como una periodista brillante, seria y de indudable agudeza intelectual, es ahora, en su faceta de columnista en el periódico El País donde muestra las cualidades y experiencias profesionales y humanas que reúne: desde la claridad en la expresión, hasta la independencia de que hace gala, pasando por su defensa de la democracia, la libertad, la justicia y la convivencia entre los españoles. Sus columnas son un modelo de análisis sosegado y comprometido al mismo tiempo. Un análisis en definitiva que se lee con fruición, que informa sin imponer criterios, y que ayuda a entender mejor lo que pasa, por qué pasa y qué consecuencias puede implicar.
El Jurado, encabezado por la excelente escritora gallega Luisa Castro, ha estado integrado por profesionales de diferentes medios, ha cumplido un excelente trabajo, un trabajo nada fácil ante la calidad de los candidatos propuestos. Creo sinceramente que ha acertado.
No quiero terminar sin recordar a los compañeros que ya no están con nosotros y muy especialmente a quienes durante muchos años nos precedieron en la Presidencia y la Vicepresidencia de la Asociación: los inolvidables Carlos Luis Alvarez “Cándido” y Luis Carandell. ¡os echamos de menos!
Permítanme unos segundos finales para la gratitud. Gracias y enhorabuena, primero a Soledad por incrementar con tu nombre el prestigio del Premio Francisco Cerecedo, y gracias y enhorabuena también, al Jurado que la eligiió y a quien hace posible el Premio, a su patrocinador tradicional, el BBVA, y particularmente a su presidente, Francisco González.
Y gracias muy especiales a los príncipes de Asturias, a don Felipe, Presidente de Honor de nuestra Asociación, y a doña Leticia, colega de grato recuerdo profesional y personal entre sus antiguos compañeros, que la seguimos teniendo como una de las nuestras, y por contribuir con su presencia a darle al Premio el relieve y la importancia que ha adquirido, incrementada este año co el nombre de Soledad Gallego-Díaz.
