Discurso de Carlos Luis Álvarez en la entrega del XVII Premio de Periodismo «Francisco Cerecedo»

Carlos Luis Álvarez saluda a SAR el Príncipe Felipe a su llegada a la ceremonia de entrega

Arcadi Espada ha merecido el premio Cerecedo por unas espléndidas crónicas periodísticas cuyos atractivos lingüísticos acentúan y multiplican la pasión con que las leemos. Desvela en ellas la distorsión interesada de un problema social referido a la infancia mediante una investigación crítica y manteniendo frente a la apariencia de realidad un distanciamiento comprometido y metódico. Y ya que he citado el distanciamiento, que era el método teatral de Bertold Brecht, quiero aplicar unas palabras suyas a la obra de Arcadi Espada, pues ciertamente nuestro escritor «desvela la causalidad compleja de las relaciones sociales y desenmascara las ideas dominantes como intereses de los poderes sociales y desenmascara las ideas dominantes como intereses de los poderes dominantes». Arcadi Espada, extraordinariamente ameno y sólido, ha merecido el premio no solo por esa obra contenida en su libro «Raval» –que es el nombre de un barrio de Barcelona– sino por una singular y enjundiosa trayectoria profesional, dato que viene siendo decisivo en la consideración de los jurados de estos premios. Sus libros, nacidos en los periódicos, Contra Catalunya y El deporte del poder, son asimismo intensamente sugestivos. Entre otras cosas nos avisa, tal como hace en su gran crónica de Raval, del peligro de la apariencia, que puede tener más posibilidades de la realidad, dicho esto en el sentido en que dice Hegel que «la apariencia es más rica que la ley».

Secciones