Despertares y desencantos: el rol de los medios en un escenario de conflictividad

¿A qué se debe el clima de insatisfacción de la ciudadanía con el poder político en América Latina? ¿Cómo deben cubrir los medios las manifestaciones de esta sensación? ¿A quién deben dirigirse? ¿Son hoy un interlocutor viable o han perdido la credibilidad? ¿Es este un fenómeno social que llegó para quedarse? ¿Dónde está el origen de la mayoría de protestas que se están activando en países como Brasil, Chile, Colombia? ¿Cuál debe ser el rol de los medios en un escenario de conflicto?

Ese fue el debate del XIX Foro Eurolatinoamericano de Comunicación, que quedó inaugurado el lunes 14 de octubre en Panamá con el panel ‘El nuevo fenómeno del desencanto’. El encuentro es convocado por CAF, banco de desarrollo de América Latina, la Asociación de Periodistas Europeos y la FNPI, con la colaboración de la Secretaría General Iberoamericana.

América Latina experimenta un crecimiento económico vertiginoso pero no es capaz de saldar la deuda de la disminución de la desigualdad y la reducción de la pobreza. Cada vez hay más manifestaciones y aumenta en la ciudadanía la intención de incidir en las políticas públicas. Esta crisis impone un nuevo escenario que toca también a medios y periodistas. Por un lado, la confianza en las fuentes institucionales, esas que antes eran indiscutibles, se ve resquebrajada y surge, en cambio, certidumbre en las cercanas y conocidas. Hay cada vez menos periodistas en las redacciones y los tradicionales dudan de la manera en que deben cubrir el nuevo fenómeno. Paralelamente, el poder político crea medios propios en los que invierte millones.

Los límites, los desafíos

«Estamos viviendo acontecimientos muy interesantes: protestas y millones de personas en la calle. Eso es una señal», dijo el director Ejecutivo de la FNPI, Ricardo Corredor. Y acotó al inicio del panel ‘El nuevo fenómeno del desencanto’: «Quizás es la otra cara de un proceso de crecimiento económico que parece que está llegando a un límite. Hay crecimiento pero hay desencanto y hay muchos desafíos».

Sobre cómo los medios informan acerca de estas nuevos conflictos, la doctora en Ciencias Sociales, docente e investigadora de medios argentina, Adriana Amado, apuntó: «El medio da una primera versión de ‘cuentito infantil’, luego lentamente corre la versión porque no la puede dar de golpe: la sociedad no admite las verdades que no está dispuesta a escuchar». En otras palabras: «Tener la razón antes de tiempo es lo mismo que estar equivocados, y los medios no pueden estar equivocados».

Y es que para Amado las modalidades de protestas recientes son nuevas -inician con estas características en marzo de 2004 con el atentado de Atocha- e imponen una forma de analizar y abordalas diferente. «Las nuevas demandas son más difíciles de transmitir», dijo. Esto, además de la crisis de representatividad entre poder político y ciudadanía, en el marco de la batalla discursiva que gana terreno en la región entre poder político y prensa.

El secretario General de la Asociación de Periodistas Europeos, Miguel Ángel Aguilar, llamó la atención sobre los alcances del trabajo de los medios hoy. «Estamos ahora en un momento en que la información interacciona sobre los hechos que está narrando. Los periodistas tienen que ser conscientes de que lo que cuentan activa los hechos de los que dan cuenta y los pueden llegar a incendiar», dijo.

Entonces, ¿qué hacer?

Propuso Miguel Ángel Aguilar: «Yo soy partidario de que los periodistas no tengamos más causa que la libertad. Sin libertad no hay nada que pueda llamarse prensa, sin libertad lo que hay es propaganda. ¿Cómo debe darse la información sobre terrorismo, por ejemplo? De la manera que mejor queden defendidas las libertades de los individuos».

Svetlana Salvatierra, editora del El Financiero del diario La Razón de Bolivia, sugirió mirar «lo que está pasando con el periodismo ciudadano y no tanto esa relación entre periodismo y poder. Muchos están tomando nuestros espacios».

«El problema -acotó Amado- se resuelve volviendo a las bases. Quizás la salida tiene que ver con que los medios encuentren ese lugar en la conversación. No ser el que da la tapa pero sí aquel que puede ir acompañando esa distinta mirada y si la sociedad decide tomar el caso el diario tenga la suficiente flexibilidad para ser uno más».

Pensar, analizar y trabajar

El debate y el intercambio avivó la primer jornada del XIX Foro Eurolatinoamericano de Comunicación. Periodistas con variados acentos y procedencias pidieron la palabra para aportar dudas o certezas entorno al momento que está viviendo la región. Y justamente este Foro es para eso, como señaló Diego Carcedo, presidente de la Asociación de Periodistas Europeos: «Buscamos profundizar en la situación de nuestros países, analizar los problemas y la evolución de la política, la economía y la cultura».

Susana Pinilla, directora y representante de CAF en Panamá, alentó también la discusión en este Foro que denominó como «una herramienta fundamental para profundizar el desarrollo sostenible en el continente». Porque «el periodismo y el conocimiento puede ayudar a construir una visión de América Latina a largo plazo, una visión continental que nos permita consolidar los procesos para que el crecimiento genere inclusión y reduzcamos la pobreza en sus tres dimensiones».

El XIX Foro Eurolatinoamericano de Comunicación, que se desarrolla en la ciudad de Panamá hasta 16 de octubre, continúa una serie iniciada en 1995 siempre en vísperas de la correspondiente Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Desde entonces, impulsan análisis y debates conjuntos sobre el futuro de los medios de comunicación y de las sociedades civiles de ambos continentes y facilitan la cobertura e impacto mediático de las Cumbres.

Para estar al tanto de las discusiones y aportes del Foro, puedes seguir la cuenta de Twitter @apeuropeos y la etiqueta #eurolat2013

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