Artículo publicado por Miguel Ángel Aguilar en Cinco Días el 16 de Noviembre de 2010.
Establecida la cultura del gratis total, sobre los sistemas democráticos se cierne la amenaza de ¿cómo financiar la información? Porque sin financiación son insostenibles los medios informativos que han articulado el espacio público para el debate. Para abordar este interrogante, la Asociación de Periodistas Europeos convocó ayer la VIII Jornada de Periodismo con asistencia de 120 colegas. La convergencia de un cambio tecnológico en ebullición al que se suma una crisis económica y financiera de alcance internacional ha inducido el agotamiento del modelo de negocio tradicional de los medios de comunicación, que vendía a los anunciantes la explotación de unas audiencias garantizadas. La primera sesión tenía por título Noticia e información: inundaciones y agua potable. Figuraban como ponentes José María Ridao, Pepa Bueno y Arcadi Espada, moderados por Antonio San José.
José María Ridao subrayó que en este momento se ha pasado de gestionar la experiencia a gestionar los pronósticos y que los medios presentes no tienen futuro mientras que los medios futuros no tienen presente. Es decir, que como afirmaba el director del semanario alemán Die Zeit en unas recientes declaraciones publicadas en el diario El País, los medios han hecho de todo con internet menos dinero. En esa misma línea se inscribe la afirmación de Diego Alcázar, presidente del grupo Vocento, quien en la segunda sesión sostuvo que los medios impresos, de cuya decadencia venimos hablando, son los que financian la versión en internet que sigue siendo ruinosa por mucho que su porvenir parezca indiscutible. Diego Alcázar sostuvo que deberá alcanzarse una ecuación que traduzca el acuerdo entre operadores telefónicos, agregadores de noticias como Google y productores de contenidos.
Arcadi Espada insistió en que internet ha modificado la situación al suprimir los límites naturales de espacio y tiempo y transformar a los lectores en usuarios con consecuencias que todavía no se han establecido de manera precisa. Luego aportó datos procedentes de la edición digital del diario El Mundo. Dijo que tiene unos 2.000.000 de visitantes, de los cuales 1.600.000 entran dos veces; 200.000 lo hacen 5 veces; 100.000 reinciden 10 veces y de 20.000 puede decirse que permanecen conectados. También dijo que el tiempo que un visitante se mantiene conectado es inferior a un minuto y que el número de los que cliquean para entrar a conocer el detalle de una noticia es irrelevante. Es decir, que los usuarios de las páginas web se informan sólo mediante la lectura de los titulares.
Quedó clara la necesidad de diferenciar el periodismo escrito de su presentación en papel y la importancia de que el periodismo escrito sea pensado en adelante para ser escrito en la red. Otra cosa es que los periodistas hayan perdido el monopolio de la gestión de conflictos y los periódicos el monopolio de las amenidades y los pasatiempos. Arcadi fue contundente al diferenciar el espontaneísmo de quienes en otro momento hubieran sido considerados autores de dazibaos de quienes escriben desde la responsabilidad y la exigencia profesional de los periodistas. Algo que no está ni mucho menos al alcance de todos.
