En la mañana del 23 de octubre, el expresidente del Gobierno, Felipe González, tuvo un coloquio informativo con los miembros de la Asociación de Periodistas Europeos, así como con un selecto grupo de periodistas, en el que analizó la situación actual tanto en clave nacional como internacional.
El expresidente Felipe González expresó su firme rechazo a la idea de promover una amnistía para líderes independentistas catalanes, incluyendo a Carles Puigdemont, a cambio del respaldo de los 7 diputados de Junts a la investidura de Pedro Sánchez. González argumentó que tal amnistía borraría la naturaleza delictiva de las acciones relacionadas con las leyes de desconexión y el referéndum catalán, lo que permitiría presentar al Gobierno central, la instrucción del juez Llarena y el juicio del Tribunal Supremo como actuaciones ilegales. Además, el expresidente socialista temió que los independentistas utilizaran esa amnistía para fortalecer su narrativa, interpretando que, al concederla, se estaría aceptando implícitamente la legitimidad del referéndum. González también se preocupó por el impacto en la «centralidad» del PSC en Cataluña y subrayó las diferencias entre la situación actual y los acuerdos de Viernes Santo en Irlanda del Norte.
Además de la cuestión catalana, Felipe González abordó otros temas de la política nacional española. Expresó su preocupación por la falta de consenso y unidad en asuntos relacionados con la unidad de España, criticó la estrategia del PSOE de dar un carácter social a Bildu en el Congreso, señaló la situación actual de los tribunales y la parálisis del CGPJ, y se mostró a favor de una reforma de la Constitución, pero solo si se logra un acuerdo entre las diferentes partes.
Por último, en cuanto al conflicto en Gaza, pidió «a Israel contención y que tenga la mirada larga». También se mostró sorprendido por la falta de apoyo a la mujer iraní en muerte cerebral por la paliza que sufrió por no llevar bien el velo. «Me sorprende que las que dicen que defienden el feminismo ni se inmuten con estos casos, es una desvergüenza».