El verano FAES, por José María Noguerol

José María Noguerol

Artículo publicado en Interviú el 14 de Julio de 2014 por José María Noguerol

La señal más bonita de las universidades de verano, del inicio del mismo y, por tanto, de la fiesta y el bullicio, la marcaba, en los ochenta, la apertura del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander. Y sus rectores de entonces: Raúl Morodo, Santiago Roldán y Ernest Lluch, tres simpáticos e inteligentes catedráticos. Hasta Os Resentidos participaban en la UIMP con aquella cantinela de “Galicia caníbal, fai un sol de carallo” y no pasaba nada. Bueno, sí: mi tía Ana, santanderina de adopción y orensana de nacimiento, se enfadaba un poco, pero todo el mundo se divertía y se aprendían unas cuantas cosas. Instruir deleitando. Desde hace no sé cuántas cavernas, el verano de los telediarios lo marca esa recepción del hosco amigo de Bush jr., Ánsar, al presidente Rajoy, también alegría de la huerta pontevedresa, en la clausura de la escuela de verano de la fundación FAES. (Por si alguien no lo sabe, FAES es la fundación donde la derecha de este país dice que piensa; en el resto de los sitios donde campa, no se sabe. Mejor sería que no pensara en ningún lado, lo iba a hacer igual de bien). Este julio la cosa entre los dos mariachis ha ido de “yo no llevo corbata y tú sí”, lo cual es una buena muestra de la enjundia de la fundación y de su escuela estival. Y para mayor empaque intelectual, Cayetana Álvarez de Toledo también estaba en la foto y en la mesa. No pregunten quién es ni busquen declaraciones suyas. Solo griten conmigo: “¡Viva Christina Rosenvinge!”.

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