Sr. Ministro, Sr. presidente de la Junta de Andalucía, alcalde, autoridades, miembros del jurado, señoras, señores.
Quiero agradecer a la Asociación de Periodistas Europeos y al jurado que hayan considerado mi trabajo “en el cuarto de máquinas” de Vanguardia Dossier como merecedor del prestigioso premio Salvador de Madariaga. Gracias. Gracias a todos aquellos que me han acompañado, aguantado y ayudado a crecer en mi trayectoria profesional: a mis padres y hermanos, a Luis –que me rompió mi primer artículo pero me dio la oportunidad de volver a escribirlo-, a José y a Alfredo, que me embaucaron para incorporarme hace ya unos cuantos años a La Vanguardia.
Gracias también al editor y presidente del Grupo Godó, Javier Godó, y a su hija Ana – gracias Ana-. Sin ellos dos, Vanguardia Dossier no hubiera nacido hace ahora diez años con la voluntad de ser un foro de análisis y reflexión sobre el mundo. Meses después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, en una situación nada fácil, apostaron por crear una publicación trimestral monográfica que siguiera la estela de la gran tradición y prestigio alcanzado por La Vanguardia en el ámbito de la información internacional.
Diez años después, más de cuatrocientos analistas internacionales han escrito en las 43 monografías publicadas hasta este momento. En la época de Internet, de lo digital, de Facebook y tuits, tanto Vanguardia Dossier como La Vanguardia, intentan aportar siempre lo que yo denomino un IVA: la información de valor añadido. Análisis para tener opinión. Siendo así, el papel y el periodismo, sobrevivirán. Porque el análisis para tener opinión es hoy más necesario que nunca.
Estamos en una época de miedos e incertidumbres, con el sur de Europa en la UVI y el mundo con el corazón encogido. Porque sabe que puede resfriarse si Europa tose. De la geopolítica hemos pasado a la geoeconomía; y, además, en un mundo global. Y no se desglobalizará. Salvador de Madariaga dejo dicho: “Ante todo, debemos amar a Europa (la de Erasmo, Voltaire, Dante, Shakespeare, Goethe, Dostoievsky, ….. ) Esta Europa debe nacer, y nacerá cuando los españoles digan nuestro Chartres, los ingleses nuestra Cracovia, los alemanes nuestra Brujas, los italianos nuestra Copenhague (…) Entonces Europa vivirá, pues entonces el espíritu que dirige el curso de la historia habrá pronunciado las palabras creadoras: ¡Fiat Europa! ¡Hágase Europa! O como dijo más recientemente Helmut Kohl: “Debemos entender que nosotros los alemanes tenemos que poner Europa siempre por delante”.
Un nuevo orden está naciendo y seguro que Europa surgirá relanzada con él. Así fue en otras crisis.
Y ya para finalizar, dedicar este premio a mis hijos: Paula, Adriana y Javier. Con la esperanza de que puedan vivir en un mundo mejor.
Gracias.
